Además, se trabajó en promover los intereses de los y las estudiantes y la investigación sobre temáticas como el consumo eléctrico y de gas en el ámbito de la comunidad local la reducción del consumo eléctrico en establecimientos productores de Picún Leufú la problemática de los cortes de luz eléctrica en la localidad de Zapala la reforestación de las zonas afectadas por la edificación de viviendas en el frente de barda en la ciudad de Neuquén la gestión de residuos orgánicos domiciliarios a partir de experiencias colaborativas de compostaje y el uso eficiente de la energía domiciliaria, entre otras.
Asimismo, las propuestas plantearon la articulación y conformación de redes con diferentes actores sociales de otras organizaciones e instituciones de cada localidad.
La ministra de Educación, Cristina Storioni, señaló que “los asistentes a este seminario se convertirán así en agentes multiplicadores, implementando en sus institutos o en las escuelas en las que realizan la práctica docente sus estudiantes (futuros profesores) los proyectos educativos sobre Educación Ambiental y Eficiencia Energética”.
Esta semana de formación también contó con talleres para docentes de nivel inicial, primario y secundario, todos de una duración de cuatro horas cada uno. Esta iniciativa se organizó a través de la articulación con el ministerio de Energía de la Nación y la coordinación estuvo a cargo de la Universidad de San Andrés y su cuerpo docente.
Desde la cartera educativa, se enfatizó que existe un creciente reconocimiento internacional de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) como elemento integrante de una educación de calidad y un factor impulsor del desarrollo sostenible.
Tanto en el acuerdo de Mascate aprobado en la reunión mundial sobre la Educación Para Todos de 2014 como en la propuesta de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) formulada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se incluye a la educación en las metas propuestas para la agenda posterior a 2015.
Asimismo, uno de los factores clave para el desarrollo sostenible tiene que ver con la reducción de las emisiones de carbono. En este marco, la educación para el ahorro y la eficiencia energética constituye un pilar central de cualquier propuesta educativa, ya que su acción recae sobre los diversos tipos de energía y su impacto es mucho más directo e inmediato que el de otras formas de mitigación.